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Muchas gente cree que la psicología sólo es para enfermos mentales, paranoicos, psicópatas, sociopatas y tramas infantiles, que por ir a consulta se te juzga, medica y encierra, más lejos de la realidad, el psicólogo pone orden en el caos. Hace unos años, cuando se quiso quitar la asignatura de religión y dar otra alternativa a esa materia, en una reunión de amigos se me ocurrió opinar sobre esto. Los valores los debe dar la familia, la religión cada familia en su comunidad, qué nos queda, la psicología como posible valor añadido al desarrollo de los niños. Algunos me dijeron que eran muy pequeños para saber que había psicópatas por el mundo o pederastas o asesinos en seria, la psicología es mucho más que eso. El ser humano es complejo y ambiguo, forma parte de su naturaleza, si desde niños aprendemos a comprender que nuestros gustos, opiniones y decisiones pueden cambiar y lo que hoy nos gusta y hace felices mañana no, quizá estemos dando un paso hacia la tolerancia y la convivencia. Saber por qué me siento así y qué lo produce, entender cuando alguien intenta manipularme y hacerme sentir culpable, reforzar mi autoestima, entenderme a mí y así comprender un poco mejor a los demás. No hace mucho me preguntaron qué hacer ante una determinada situación. El niño, de primero de la ESO, había escuchado que las mujeres saben defenderse solas, que no necesitan machitos que lo hagan, pero en las escaleras de su instituto había un cartel de una niña acosada por otros compañeros. Sé que como adultos sabemos o conocemos o discernimos las situaciones y la respuesta adecuada, pero ¿los niños entienden la ambigüedad que estamos creando? Me preguntó, ¿está mal que defienda a mi hermana? o ¿a mi amiga? Este tipo de libros con ilustraciones me encantan. |
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