Escritos de mi mundo joven

Creo que este libro fue perfecto para retomar el hábito, al ser cuentos cortos y llevaderos pude leer tranquila y a mi ritmo, sin tener ese sentimiento de "es interminable" que a veces me agarra cuando leo novelas y estoy cansada.

Escritos de mi mundo joven está dividido en tres secciones principales, se observa que hay una planificación en el orden de los cuentos: el autor sigue un pequeño hilo en cuanto a la temática a la hora de elegir el orden, siendo así cuentos que podrían leerse tranquilamente por separado o de manera salteada pero que siguiendo el orden se complementan mejor.

A lo largo del libro se tratan temas de la vida, del vivir: los sueños, el éxito, la juventud, hacer frente, aventurarnos, resistir, perdernos, encontrarnos, etc. Leemos de todos esos temas y sentimientos que experimentamos pero con los cuales pocas veces nos ponemos a reflexionar, Escritos de mi mundo joven es un espacio para pensar en ellos, sin adentrarnos demasiado, con un lenguaje coloquial, justo para una lectura simple.

Si bien la gran mayoría son relatos realistas, en dos cuentos (La estación de trenes y Quince minutos antes de salir), la realidad se mezcla con la fantasía, algunos objetos toman vida. Aún así, el resto del mundo salvo por ese objeto y los temas continúan siendo realistas, sólo que el objeto transformado ahora cumple el rol de un "otro", de una persona con la cual interactuar, un compañero.

En lo personal, mi top 3 de cuentos favoritos se encuentran al final de la segunda parte: Alegría, Una tragedia para no olvidar, y Apuntes sobre una nevada no anunciada. Los dos primeros están escritos en memoria a alguien -en particular, el primero a Adriana Taglia y el segundo a las víctima de Cromañón-. Alegría me hizo repensar lo afortunados que somos, yo justo estaba en un momento medio bajón y leerlo me ayudó mucho a verle el lado positivo a la situación, vieron que siempre necesitamos que nos den un empujoncito en esos momentos...

"Si ella tiene esa actitud estando en esa situación, ¿qué hago yo preocupándome o amargándome por cosas insignificantes, que SÍ tienen solución?"

Una tragedia para no olvidar me hizo reflexionar acerca del valor de la vida, y creo que al hacer referencia a la tragedia de Cromañón -por si no son de Argentina y les interesa saber del hecho, les dejo este link para que se informen de lo que ocurrió esa noche-, siendo yo joven y de Buenos Aires, lo pude sentir aún más.

"Nos cuesta aceptar a veces que ella (la muerte) no entiende de lógica ni de cronologías"

En este cuento el autor dice algo que yo también me pregunté: "Muchos me preguntan por qué insistía en escribir sobre Cromañón si todos mis escritos son positivos y felices". Esto es sumamente cierto, venimos leyendo textos que tienen un tono positivo, alentador y de golpe está este cuento que irrumpe con este clima. Me gustó su respuesta, que si bien no está seguro de la razón, "Seguramente porque las palabras son memoria viva y un arma contra el olvido". Valoro mucho cuando se escribe sobre hechos que marcaron la historia de una población, y siento que Cromañón merece un reconocimiento: marcó un antes y un después en lo que eran las salidas de jóvenes a boliches durante la noche, es lamentable que hizo falta que una tragedia de esa magnitud tomara lugar para que se adopten las medidas de seguridad y prevención necesarias, pero me reconforta saber que por lo menos abrimos los ojos y aprendimos de ella.

"Comienzo a valorar esto de estar vivo aunque a veces no me dé cuenta. Valorar más la vida, cuidarme quererme más."
Por último, Apuntes sobre una nevada no anunciada hace referencia al 9 de julio de 2007, día que quedó marcado como una nevada histórica para Buenos Aires, ya que nevó en plena capital y algunos lugares de Provincia, siendo un hecho inédito ya que en estas zonas no nieva ni siquiera en los días más fríos.

Este cuento me hizo recordar y me puso feliz, no sé bien cómo explicarlo. Me acordé de cuando era chiquita, creo que estaba en los primeros años de la primaria recién, de levantarme para ir al cole y ver que había nieve. Me acuerdo que me preocupé porque cuando le pregunté a mi papá si la nieve iba a seguir estando cuando volviera, me dijo que no sabía jajaja. Me acuerdo de que estaba feliz, porque había NIEVE. Qué cosa rara che, qué linda la felicidad de la infancia, emocionarnos por cosas que ahora nos parecen tan simples y normales, como que perdemos la capacidad de asombrarnos.

Comparto el sentido que el autor le dio a ese evento en el libro: tuvo que nevar para que "dejemos de mirarnos el ombligo", para que veamos a esos copitos cayendo del cielo, para que miremos a nuestro al rededor y veamos que en esos momentos no todos estamos disfrutando tanto de ese momento, que lo que para algunos fue una alegría, una maravilla, para aquellos en situación de calle fue un sufrimiento, casi una tortura.



"Para que todo esto suceda fue necesaria la nieve atípica, algo fuera de lo común que nos despierte de nuestra rutina armada, preestablecida y adormecedora de los sentidos."

En conclusión, Escritos de mi mundo joven me gustó, me gustó salir de mis lecturas habituales, me gustó pensar un poco más en estas cosas de la vida, poder disfrutar. Recomendado para aquellos que quieran frenar un poco el ritmo, tomarse un tiempito y analizar sin adentrarse mucho, particularmente para aquellos viviendo su etapa de juventud. Agradezco mucho a la editorial por mandarme el ejemplar, siempre es un gusto conocer nuevos autores y nuevos géneros💗
Enlace: https://laslecturasviajeras...