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Zenitsu Agatsuma utiliza la respiración del trueno. Cada estilo de lucha posee varias formas. En el caso de la respiración del agua del maestro Urokodaki, se han visto nueve hasta el momento. Según Zenitsu, la suya posee seis y él solo ha aprendido a dominar una. Esta limitación hace que se sienta un inútil. Sin embargo, su maestro cree en él. le anima a perfeccionar la única técnica que conoce porque, a veces, es mejor pulir un ataque hasta su máxima expresión que saber utilizar varios. Durante una analepsis sobre el pasado de este matademonios, se revela que su cabello era moreno. Cambió de color cuando le alcanzó un trueno. El chico en la casa de reposo conoce a Nezuko y se enamora de ella al instante. El hecho de que Tanjirō crea en él y que viaje con su hermana le da fuerzas para dejar de ser un cobarde y una carga para sus compañeros. Como suele ocurrir en algunos shōnens, el personaje miedoso halla valor para ser una mejor versión de sí mismo. Inosuke Hashibira se presenta como el tipo con cabeza de jabalí. Esta resulta ser una máscara que lleva para ocultar su verdadero rostro. El de un muchacho extremadamente bello. Su cara contrasta con un cuerpo musculado. El chico se caracteriza por ser violento, agresivo y competitivo. Cuando conoce a Zenitsu y Tanjirō, le da una paliza al primero porque quiere abrir la caja donde se esconde Nezuko. El discípulo de Urokodaki intercambia golpes con el joven salvaje sin usar sus espadas. Según se revela en estos capítulos, las peleas entre compañeros cazademonios están prohibidas. Gana Tanjirō gracias a sus duros cabezazos. La historia de Inosuke es particular. Él ha crecido en una montaña y, a diferencia de Tanjirō, se ha ido fortaleciendo a base de enfrentarse contra animales. No ha tenido maestro cazademonios. Un día noqueó a un joven matademonios y le robó la Nichirintō. Debido a este encuentro, descubre la existencia de la Selección final, participa en la misma edición que Tanjirō y Zenitsu y sobrevive. Por ello, posee dos catanas. Su estilo de lucha lo ha cultivado él mismo. Se llama respiración de la bestia. El sentido que tiene más desarrollado que los demás es el del tacto. Gracias a esto, percibe objetos sin verlos o el carácter de las personas igual que sus compañeros con el oído y el olfato. En cuanto a la trama que engloba esta parte de la historia, la casa de descanso se llama Casa de la flor de glicina. Esta planta repele a los demonios. En ella recobran fuerzas Tanjirō, Zenitsu e Inosuke. Una vez recuperados, el cuervo les anuncia que su próxima misión es en el monte Natagumo. En esta montaña varios cazademonios están siendo atacados por demonios araña. Los utilizan como marionetas al atarlos con hilos arácnidos que son casi invisibles para el ojo humano. No importa si les rompen partes del cuerpo o si las víctimas están moribundas. Los atrapan para que luchen entre ellos y se maten. A diferencia de otras ocasiones, en esta misión el enemigo a batir es una familia de demonios, lo cual extraña a Tanjirō porque, en teoría, estos seres no pueden vivir juntos. Él e Inosuke se adentran en el bosque y vencen a algunos rivales. Mientras tanto, Zenitsu se queda fuera aterrado. Pasado un tiempo, decide seguir el ejemplo de sus compañeros y acaba luchando contra un demonio araña que le inyecta un veneno mortal. Las viñetas con rostros cómicos del personaje están servidas. El horror lo domina. Se sube a un árbol desenado ser más fuerte y se duerme. En ese momento, igual que la vez anterior, despierta su espíritu combativo en pleno sueño. Va intercambiando golpes con su rival hasta que lo vence. Siempre utilizando la primera forma de la respiración del trueno. Tanjirō, por su parte, combate contra la madre araña que deja que lo venza cuando ve que no tiene escapatoria. El chico decide darle el golpe final con una técnica de la quinta forma: lluvia en tiempo de sequía. Dicho ataque se caracteriza por ofrecer una muerte rápida e indolora. El joven siente compasión por ella. Antes de vencerla, él e Inosuke deben enfrentarse a un demonio sin cabeza. Logran vencerlo trabajando en equipo, algo difícil para el chico salvaje debido a que es muy individualista. Durante los combates de los tres cazademonios hay otros demonios que observan cómo van venciendo a miembros de su familia. Son las hijas de la familia. En total se presentan cinco miembros de esta. Tres hijos, la madre y, finalmente, el padre. Todos los entes demoníacos arácnidos temen a este último. al final del tomo hace acto de aparición este ser ante Tanjirō e Inosuke. Dada la peligrosidad de la misión, los matademonios cautivos le espetan a los recién llegados que necesitan a compañeros de más nivel. Los llaman Pilares. En una escena en lo que supuestamente es el centro de operaciones de la organización, el líder personalmente sospecha que en el monte Natagumo se esconde una de las Doce lunas demoníacas. Por ello, envía a dos Pilares: Giyu y Shinobu. Tras un tiempo sin aparecer en ningún capítulo, el espadachín que recomendó a Tanjirō entrenar con el maestro Urokodaki vuelve a entrar en escena. El cuarto tomo de Guardianes de la noche, en definitiva, profundiza en los dos nuevos personajes que acompañan a los hermanos Kamado así como presenta a contrincantes más fuertes que en la anterior misión. El crecimiento de los protagonistas en este trabajo se irá revelando en próximas entregas. Lee la reseña completa en: https://elbohemiodehojalata.wordpress.com/ Enlace: https://elbohemiodehojalata... |
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