Las normas de la locura

“Las normas de la locura” es un thriller psicológico en el sentido más literal, ya que la enfermedad mental se encuentra en el centro de una historia que te hará dudar hasta de ti mismo y que muestra cuánto nos queda aún por avanzar como sociedad a la hora de afrontar este tipo de patologías.

Laura siente que está en peligro pero, asediada por terribles alucinaciones, no es capaz de diferenciar si esa amenaza es real o no. Con Julián y Alejandro, dos pacientes a los que conoce durante sus sesiones de terapia, tratará de escapar de un peligro que cada vez se va haciendo más real.

La historia parte de una premisa bastante original, gracias a unos personajes complejos y con gran carga psicológica, que descubren al lector una serie de llamativos trastornos mentales que le harán reflexionar acerca del estigma de la locura. ¿Qué es la locura? ?¿Qué es estar cuerdo? La novela hace una crítica a ese concepto de normalidad que considera como locura todo aquello que se aparte de esta, pero…¿quién determina lo que es normal y lo que no?

Uno de los aspectos más notables de la novela es la forma en que muestra el día a día de un enfermo mental, la ansiedad que estos llegan a provocarles y el miedo a la hora de enfrentarse a la incomprensión y rechazo de la sociedad, muchas veces como consecuencia del desconocimiento más absoluto. Así mismo refleja la paz que pueden llegar a sentir al reconocerse en un semejante con el que poder ser y actuar sin miedo a ser juzgado.

Laura sufre alucinaciones visuales y auditivas. Alejandro confunde sueños y realidad. Julián posee una memoria prodigiosa que le hace recordar absolutamente todo, superponiendo los recuerdos de toda una vida. El autor logra transmitir muy bien el agobio y la angustia, la claustrofobia de estar encerrados en su propia mente, no pudiendo distinguir la realidad, tejiendo una telaraña alrededor de estos que te atrapará hasta su desenlace.

En la lado opuesto a estos encontramos al Inspector Pregones, el encargado de investigar las muertes que parecen guardar relación con un hecho del pasado de Laura. Su personaje resulta una elección interesante ya que se acerca más al antihéroe, moviéndose exclusivamente por interés personal, y retratando en su persona la forma en que gran parte de la sociedad trata a estos enfermos, mostrando escasa empatía hacia ellos y tendiendo a aislarlos, dificultando su integración en la sociedad.

El desenlace emplea un recurso ampliamente utilizado y que puede ser un poco predecible pero que, en esta ocasión, resulta totalmente justificado, dando un final coherente a la historia. Me han gustado especialmente esas últimas frases antes del epílogo y que despiertan la duda en el lector.

Gracias a capítulos cortos que dan la información precisa y que evitan descripciones farragosas, la lectura resulta muy ágil, entreteniendo al mismo tiempo que reflexiona acerca de la complejidad de la mente humana y el manejo de las personas con enfermedades mentales por parte de la sociedad.