A veces soy un mar de lágrimas

Una novela que todo el mundo debería de leer por los temas que trata: racismo, acoso escolar, chantaje, miedos, inseguridades, exposición en redes.

Quinn es una chica que está estudiando su último curso en el instituto, con su mejor amiga no se habla. Las cosas en casa entre sus padres no van del todo bien.

Quinn hay cosas que no sabe cómo manejarlas y no las habla con nadie, así que su vía de escape es hacer listas en su diario: los días que ha llorado, etc. El problema es que su diario ha desaparecido y eso podría dejarla muy expuesta.

Carter Bennett es el principal sospechoso que tiene el diario de Quinn porque tiene una libreta exactamente igual, pero Carter la ha perdido y hay alguien que empieza a chantajear a Quinn para que lleve a cabo alguna de las listas.

Carter va a sentirse un poco responsable así que ayudará a Quinn a descubrir quién es esa persona e ir cumpliendo la lista.

Carter Bennett es un chico humilde que se está dejando los codos por aprobar y poder estudiar lo que quiere, pero mientras cuida a su hermana e intenta que esta tenga la mejor infancia que pueda.

Quinn y Carter soy negros y van a un instituto elitista, la cuestión es que son minoría y se van a sentir observados por los demás, juzgados e incluso van a tener que aguantar insultos y frases racistas.

Quinn se va a juntar muchos con Carter, con Olivia y Auden que entre todos vamos a ver los miedos e inseguridades de ellos y que no es fácil gestionarlo y sobre todo como Carter, Olivia y Quinn tienen que trabajar el doble por ser de color y vivir en un mundo de blancos.

El romance es sutil, él se enamora primero, y se nota en cada detalle, en cada mirado y va a ser un romance sano, con sus equivocaciones, pero algo natural entre dos personas que se descubren.