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Admito que empecé “El secreto de los milenios” con las expectativas bastante altas, pues había leído muy buenas críticas, y quizás eso jugó un poco en mi contra. Estamos ante un libro de fantasía de los que me gusta llamar “de travesía”, del típico viaje del grupo de aventureros que debe superar varias pruebas para alcanzar su meta para con ello conseguir salvar el mundo. Y no lo digo como una cosa mala, sino al contrario; este tipo de tramas siempre resultan amenas y dinámicas, pues permiten al autor intercalar varios tipos de obstáculos evitando así caer en la repetición y logrando con ello que no haya lugar para el aburrimiento. . Cuando digo que las expectativas jugaron en mi contra me refiero, principalmente, a que me he encontrado con un libro con un deje bastante más juvenil del que me imaginaba en un principio y eso hizo que, al comienzo, me costara un poco adentrarme en sus páginas. Sin embargo, superado el primer tercio de la historia (más o menos), se me hizo más fácil dejarme llevar por la trama y comencé a disfrutar con la historia. . Si bien los personajes se me han quedado un pelín fríos y no he logrado acabar de empatizar con ellos, sí he disfrutado mucho de la magnífica construcción del mundo. La mezcla de culturas y mitos que en él encontramos es genial. Y aquellas combinaciones que de primeras podrían sonar disparatadas acaban dando lugar a un universo fantástico, rebosante de aventuras. Profecías mayas, la Atlántida, el triángulo de las bermudas, figuras moais… ¿Quién se iba a imaginar que símbolos de culturas y leyendas tan dispares pudieran funcionar tan bien juntos? . En resumen: nos encontramos ante una lectura que, en mi opinión, es muy adecuada para aquellos jóvenes que quieran empezar a adentrarse en mundos fantásticos repletos de aventuras. Y es que, además, transmite un bonito mensaje sobre la fuerza de la amistad. Una novela que, sin duda, hubiera disfrutado mucho más de haberla leído a mis 14 o 15 años, tanto por su tono juvenil, como por la cercanía de edad con sus personajes; cosa que probablemente me hubiera facilitado el lograr sentirme un miembro más del grupo. |
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