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Nuestra protagonista, como podéis haber adivinado por la sinopsis es Anna, una joven de 20 años, a la cual los sucesos de su vida, hacen que decida suicidarse, por suerte acaba siendo un intento fallido. Este suceso hace que su vida de un cambio total, ya que su madre decide que necesita un cambio de vida (recomendada por los psicólogos) y la manda a vivir con su padre una temporada. Sus padres se divorciaron hace mucho, ella ha crecido sin él y de repente debe convivir con su padre y no sólo con él, sino con su nueva mujer Claudia, y con un pequeño terremoto llamado Laura, de la cuál no sabía de su existencia, su madre nunca le dijo que tenía una hermana. Pero no todo va a ser malo para ella, en la casa de su padre trabaja Alberto, un chico muy risueño que vive junto con su hermano Daniel. Este chico hará que Anna se planteé muchas cosas, incluso parece que Alberto puede dar un nuevo rumbo a su vida. Con estas premisas empieza una historia que me ha cautivado desde el primer momento. La pluma de la autora me ha gustado mucho y la historia me ha mantenido enganchada, no podía parar de leer y muchas veces tenía los sentimientos a flor de piel. La protagonista me gustó mucho y Alberto también, junto con Laura han sido mis personajes favoritos. Aunque todos aportan mucho a la novela. Tengo que reconocer que el personaje de Anna tiene su lado oscuro, pero creo que todos hemos tenidos momentos en que el mundo se nos caía encima y cuando conoces la historia de Anna, comprendes muchas cosas. La manera de expresarse mediante sus dibujos, me encanta, nunca sabe que va a dibujar y siempre acabas estando expectante para saber que habrá en ese dibujo y que significará. Es una novela que me ha enamorado, la historia, los protagonistas... he sentido muchas cosas, me he reído y he llorado en algunos momentos. Hacía bastante tiempo que una novela no me hacía sentir tanto, que puedo decir me ha cautivado. |
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