 |
Empecé a leerlo por simple curiosidad. Me dijeron que era un corto inquietante, aterrador... y aunque no es el genero que suelo leer, me llamo la atención. Supongo que hay muchas maneras distintas de interpretar una obra, hay sensaciones que para unos puede ser inquietud y aterrador y para otros no, y eso es lo que me ha pasado a mi. La sensación que he tenido al leer este libro o corto, ha sido de lastima, de angustia, de pena. Este libro cuenta en primera persona los pensamientos y sucesos de una mujer con depresión, o "histeria" como lo llamaban los médicos antes. Resulta demasiado triste ver que mal estaba enfocada esta enfermedad en la antigüedad, que en vez de mejorar sin duda empeoraba la situación. No soy psicóloga ni mucho menos, pero se lo que es la depresión, la he vivido y de hecho estoy bastante hundida en ella ahora mismo. Por lo que pensar que me encierren en una habitación, que no me dejen ni escribir ni fantasear ni hacer absolutamente nada... seria mi ultimo clavo en el ataúd o mi "13th reason why", como queráis llamarlo. Me ha gustado como emplea la analogía del papel pintado amarillo, yo misma me veo en su situación y me veo exactamente igual (y no solo porque odie el color amarillo y odiaría tener un papel pintado de ese color). En una habitación donde no te dejan hacer nada y tu único entretenimiento es mirar las tramas del papel de la pared, no es difícil caer en la fantasía, y al estar en ese estado, una fantasía triste y agobiante. ¿Recomendaría este relato a otras personas? Seguramente, pero solo si están en un buen punto. Creo que me he encontrado con esto en un punto en el que no debería haberlo leído. La manera de escribirlo y las sensaciones me han sido familiares en cierto punto y he podido empatizar demasiado, lo que no creo que sea bueno para mi recuperación. |
>
