Las jaurías: Premio L'H Confidencial 2020

Abel Castro, un viejo periodista “de raza”, trabajó cuando era muy joven en un caso bastante sonado: el asesinato en La Raya del general portugués Humberto Delgado y de su secretaria y amante. En aquel momento, Abel estuvo allí siguiendo en primera línea las noticias, entrevistándose con todos los relacionados con el caso y dando cobertura al “juicio” que cuando se descubrió a los culpables tuvo lugar. Para Abel es un caso pasado pero no olvidado.

Cuando su hijo le presenta a su novia Catarina y ésta le pide ayuda, deberá sacar a la luz todos sus recuerdos sobre el caso. Catarina es una fotógrafa portuguesa y tiene un interés personal en el caso. Abel y Catarina cogerán el viejo Clio de ésta y se trasladarán a la zona de la Raya para visitar los escenarios en los que todo ocurrió. Irán en pos de lo que les pasó al general y su secretaria pero también investigarán otra muerte ocurrida en el mismo lugar pocos días antes. Una muerte nunca resuelta; ni siquiera llegó a conocerse la identidad del asesinado.

La novela toma como base un hecho real, histórico, como fue el asesinato del general portugués Humberto Delgado, contrario al régimen de Salazar. En 1965 Delgado fue atraído a La Raya (la frontera España-Portugal) en la zona de Badajoz. Una vez allí fue raptado por un comando de la PIDE (policía secreta portuguesa) y trasladado a la localidad de Villanueva del Fresno, donde fue asesinado junto a su secretaria Arajaryr Moreira de Campos. Los cuerpos fueron arrojados a una fosa natural, donde fueron descubiertos un par de meses después. Este hecho es real y conocido. Como también es real que poco tiempo antes un joven –cuya identidad no llegó a descubrirse -fue asesinado en la misma zona. Y que también un contrabandista murió por aquellas fechas y lugares (éste sí que es conocido por nombre y apellidos). Con base a estas tres muertes, Alberto Gil dibuja una obra a caballo entre la ficción y la realidad. Obviamente, no fabula respecto a la muerte del general Delgado; tampoco respecto a la del contrabandista. Pero la del joven cuya identidad no se pudo descubrir da juego para que su imaginación le otorgue un nombre y apellidos y una historia.

Una de las cosas que más me han gustado de la novela es su localización. He leído bastantes novelas situadas en la frontera entre España y Francia pero situadas en La Raya o frontera hispano-portuguesa, creo que es la primera que leo. Especialmente importante esta localización en los años de la dictadura franquista plasmándose, entre otras cosas, en el contrabando de un lado a otro de la frontera (tanto de bienes de consumo como de personas) así como la colaboración entre las policías portuguesa y española

Es un narrador omnisciente quien nos relata, en presente, el viaje de estos dos personajes, Abel y Catarina. Un viaje en el espacio pero también en el tiempo. de pueblo en pueblo, a un lado y a otro de la frontera, como si de una road movie se tratara, los protagonistas van descubriendo lo que pasó hace tantos años, en otra época muy distinta. Aunque parece que hay gente a la que no le gusta que se remuevan asuntos enterrados hace tiempo…

No había leído nada de Alberto Gil y me ha gustado lo que he leído. Con una prosa pulcra y cuidada, directa y sin artificios, nos trae una novela atípica en cuanto al contenido y en cuanto a la forma pues no es habitual la utilización del tiempo presente en la narración. No obstante, he de decir que funciona, pues da al lector la sensación de estar viviendo los hechos al mismo tiempo que los protagonistas, estar acompañándoles en su viaje. No es un thriller pero avanza a buen ritmo y resulta de muy fácil y entretenida lectura. Además, es una novela corta, poco más de doscientas páginas que piden ser leídas de tirón.

Como novela negra que se precie, no olvida “Las jaurías” la crítica social; aquellas dictaduras franquista y portuguesa, esas policías que se extralimitaban continuamente en sus funciones; impunemente, por supuesto. Esas desapariciones. Esas muertes absurdas. Esos crímenes sin resolver o resueltos pero sin apenas castigo. Esa vida tan en el filo de la navaja. Esos contrabandistas que se jugaban continuamente la vida para llevar algo de comer a sus casas. Esos silencios. Ese barrer debajo de la alfombra…

Conclusión final

“Las jaurías” es una novela negra muy poco convencional que, en aras de la memoria histórica, nos habla de unos hechos reales engarzados con otros ficticios y aprovecha para sacar a la luz abusos que se cometieron en la época de la dictadura. Una novela realmente interesante.
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