El planeta que inventemos

En esta ocasión nos encontramos con Julia que lo acaba de dejar con su novio, un poquito extraño y con unas obsesiones un tanto peculiares, y antes de que la depresión se apodere de ella decide ir a terapia, algo que todos deberíamos hacer si nuestra salud mental empieza a flojear. Con sus idas y venidas, con su estrés laboral y demás, su psicóloga le ofrece un juego, que sea otra persona para poder ser ella misma, ya que a veces perdemos la seguridad en nosotros mismos y acabamos siendo sumisos de los demás, Julia se lo toma al pie de la letra y sin duda va a ser un juego muy acertado.



En este libro no solo nos vamos a encontrar romance, si no también multitud de situaciones en las que te replanteas muchas cosas. Conoceremos a los amigos y vecinos de Julia que a mi personalmente me han flipado, me encantaría vivir en un edificio así con gente de tan buen rollo. Nos encontraremos salseos y mamarracheos de los que nos gustan, veremos el significado de la amistad, de las personas tóxicas que nos rodean e intentan chafar nuestra felicidad, de la pérdida…



Me encontrado un libro lleno de cosas positivas, con unas personajes que me han encantado, una lectura muy fluida en el que abundan los diálogos y una portada de libro que nunca me cansaré de ver, una pena que no sea de tapa dura.



En estos momentos de mi vida de puro estrés y agobio he agradecido enormemente leerme un libro así, en el que a parte de los salseos, también tiene un fondo ''educativo'', que te invita a reflexionar sobre cosas que nos pueden pasar a todos, que no todo es perdonable a veces y que ante todo tenemos que querernos a nosotros mismos.



Así que si buscáis romance pero que a parte tenga otras historias muy interesantes, sea fresco y ameno, este es vuestro.