Esta historia arranca con una muerte y hay suspenso, un poco de acción, poderosos poderosísimos, malos malísimos (tal como se espera en este género) y pragmatismo también. La diferencia está en que dos de los personajes principales son mujeres transgénero y esto permite que se aborden cuestiones que no están relacionadas con el género literario, sino con el género humano. Sus realidades son opuestas: Sharise, una chica negra de diecinueve años a quien los padres echaron de su casa años atrás -y está acusada de matar a un cliente- lucha por sobrevivir. Erin, abogada como la autora del libro, está establecida y su lucha pasa por la aceptación de las personas que son importantes para ella… hasta que se hace cargo de la defensa de Sharise y tiene que dar un paso al frente. Muy buena. |