Luisiana, 1923

Recibí este libro gracias a la iniciativa Masa Crítica de Babelio y he de decir que si no llega a ser por eso , seguramente no sería un libro que yo eligiese para leer....y menudo error!
Empezaré comentando la calidad de la edición que nos presenta la Editorial La huerta grande en la que destacaría , aparte de la calidad del papel, el tamaño de la letra , que es perfecto (ni muy grande ni muy pequeño) , lo que se agradece mucho cuando ya la vista no es lo que era.
Al margen de consideraciones estéticas, la novela en sí ha sido un auténtico descubrimiento para mí. Ni conocía al autor ni había leído algo de este estilo anteriormente. Porque lo que nos encontramos entre sus páginas es la historia de dos hermanos que se reencuentran pasado un tiempo gracias a que su padre encarga al pequeño de ellos, Randolph, la misión de ir al pueblo perdido de Luisiana donde Byron se ha establecido como alguacil para convencerlo de que regrese al hogar paterno y ocupe su lugar como heredero del imperio maderero de la familia.
La sensación que he tenido durante toda la lectura es la de que estaba ante un western puro , en el que el Saloon y las pistolas se convierten en elementos de la narración tan importantes como los mismos personajes, perfectamente construídos, por cierto. La ambientación es extraordinaria y realmente consigue que te sumerjas en ese aserradero rodeado de peligros de todo tipo, apoyándose en estilo narrativo muy visual y disfrutable. La trama no decae en ningún momento, yendo de menos a más y desembocando en un final redondo.
Desde luego, no será lo último que lea de Tim Gautreaux!