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A menudo las segundas partes no son todo lo buenas que esperamos, parecen sencillamente un libro demasiado grueso partido en dos. No es el caso de esta, la segunda parte de Xander se adentra aún más si cabe, en ese submundo que pudimos conocer en la primera parte, solo que acompañado por una resolución compleja pero que encaja perfectamente en todos sus aspectos y situaciones. Si antes habíamos sentido que la vida del protagonista era cuanto menos terrible y muy triste, aquí vamos viendo hasta que punto sufrió para llegar hasta el presente, solo que esta vez a acompañado de personajes que a pesar de llevar también una mochila muy pesada en algunos casos, son los que le hacen ver que no está solo y que precisamente por haber pasado por situaciones peliagudas, están más dispuestos a ayudarle que nadie. Ellos son los que se convertirán su familia y así lo reconocerá al final, la familia no tiene por que ser la que lleva tu sangre, es más bien la que está contigo en los momentos duros y te acepta como eres por encima de todo. A estos tenemos que añadir el descubrimiento que la identidad de Escorpión, toda una sorpresa que consigue que cuadre más de una incógnita y la aparición de alguien del pasado que nadie esperábamos, como tampoco imaginábamos su identidad real y hasta que punto la maldad y la locura pueden convencer a una persona para hundirse en la más absoluta de las miserias y creer que lo hace por un bien mayor. No quiero dar nombres para no dar pistas, pero no puedo dejar de mencionar al "Doktor", el ser más despreciable y retorcido que se puede imaginar. Solo una mente muy brillante y muy enferma puede idear semejante locura, él y personas tan enfermas como él. La reacción de Xander y Damián me parece hasta suave, y el susto que me he llevado después de esto convencida de que había fallecido quien no lo merecía es de tirón de orejas para la autora (sin rencores). Damián me ha sorprendido al final del libro, ahora entiendo muchas de sus reacciones. En algunos momentos llegué a pensar que estaba sufriendo pero no por el motivo que realmente es, más bien creía que se sentía un poco como Xander, espero que en un futuro haya una historia que nos despeje las dudas. Si hay alguien que se ha redimido en mi mente es Alfredo. No es que le culpase por lo que ocurrió en su casa con Xander, pero tampoco lo consideraba inocente del todo. Después de ver como le ayuda y saber que además lo había hecho en el peor momento de su vida, estoy convencida que realmente le quiso por encima de todo y desde el momento en que volvieron a encontrarse, su única meta fue ayudarle y de alguna manera compensarle por aquel suceso tan terrible. Enhorabuena Rose, me ha encantado. |
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