En La bruja Lois, Elizabeth Gaskell utiliza un margen de tiempo muy amplio desde que Lois abandona Inglaterra, llega a Salem, su estancia con unos parientes que no conoce y no la quieren y su evolución hasta ser juzgada por bruja. Con Gaskell estaba acostumbrada a un tipo de libros más de tacitas y éste no tiene el dramatismo y las exageraciones de sus obras más largas. Es muy contenido, muy bien escrito, y muy imparcial en cuanto a la religión se refiere, utiliza un estilo de escritura sin florituras y directo al servicio de lo que quiere contar. Durante todo el libro, Lois mantiene la cordura y es la única que aporta luz a la historia. Un libro corto pero, muy bueno. |