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En plena dictadura franquista, en el verano de 1963, León consigue, gracias a su profesor de literaura, trabajo en la Editorial Universo como vendedor de enciclopedias "en cómodos plazos". León es estudiante de primer año de Filosofía y Letras en la universidad de Granada, sueña con ser escritor, y este trabajo le permite -a parte de un desahogo económico- permanecer durante el verano en la ciudad en lugar de regresar al pueblecito de Jaén de donde procede. En realidad esta novela carece de acción propiamente dicha. No suceden grandes cosas más allá de los cambios personales que va experimentando el protagonista. León escribe un cuaderno a modo de diario y "taller de escritura"; este es el cuaderno que nosotras estamos leyendo y la razón de que la narración sea en primera persona. Un diario en el que narra sus estados de ánimo, sus aspiraciones a escritor, el ambiente opresivo en "un país menesteroso en el que los sueños son pobres y la esperanza no parece más que una amiga modesta, un grifo que gotea". Conocemos las relaciones que establece con sus compañeros de la editorial, con su profesor de literaura, con personajes de lo mas variopintos y, sobre todo, con él mismo en un ejercicio de autoconocimiento, ya que esta novela es -la mayor parte del tiempo- un diario íntimo en el que el narrador nos confiensa sus ideas políticas, emociones, su proceso de maduración (aunque la acción transcurra en tan solo tres meses), e incluso conocemos su primer amor y experiencia sexual. Es también un relato que nos acerca a una época convulsa en España en la que había infinidad de abusos por parte de quien ostentaba el poder, abusando de múltiples maneras de las personas de una "escala inferior" humillándolas y privándolas de derechos fundamentales. Refleja las diferencias entre hombres y mujeres, entre pobres y ricos, entre "rojos y azules", entre la gente de "pueblo" y la de "ciudad". En general ha sido una lectura que me ha gustado sin llegar, salvo en algunos fragmentos, a entusiarmarme. Mi interés por ella ha sufrido algunos altibajos, pero tengo que poner muy en alza la prosa utilizada: cuidada, rica, de fácil lectura y, como ya he dicho, muy atrayente por momentos. Se nota a la legua que es una novela escrita por un poeta (Quien ha leído la poesía de García Montero coincide en que la novela es muy inferior en cuanto a calidad si se la compara con ella) Tiene un final muy sorprendente que, aunque en un principio me pareció forzado y fuera de lugar, tras meditar la obra en su conjunto comprendí que todo encajaba perfectamente no ya con la historia, sino con el verdadero transfondo de lo que el autor quiere transmititnos, porque, a pesar de no suceder gran cosa, todo está envuelto de varios atrezos que se unen para formar un escenario e idea final. |
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