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Gaia es mentirosa profesional, y todo tiene una razón de ser. Comenzó la carrera de derecho, sin embargo, lo que más feliz le hace es ser maquilladora. Ahora tiene que volver al pueblo, aunque allí todos piensan que es abogada y que está a punto de casarse. Víctor es chico de alquiler, joven, guapo y con una norma autoimpuesta que piensa cumplir a raja tabla. O no, quién sabe. Una semana en el pueblo, fiestas, verano, amigos y una familia que no siempre es la mejor. La historia es brutal de principio a fin, los capítulos son cortos por lo que la lectura es fluida. Llega un momento en el que dejar de leer no es una opción. La trama, y no hablo de Víctor, como siempre en las novelas de Yanira tiene un trasfondo duro. de esos que te hace pensar, que te encoge el corazón en más de una ocasión. Sin embargo, el humor tan maravilloso con el que Yanira rodea sus historias te alegra el camino. Los personajes, todos y cada uno de ellos son perfectos, te hacen sentir uno más de la cuadrilla, o consigues odiarlos tanto o más que los personajes de la historia. Como siempre es un viaje increíble leer una novela de Yanira y lo mejor es que siempre me deja con ganas de más. |
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