Verdi, 36

Hoy os traigo un libro que me era desconocido y tengo que reconocer que ha sido una grata sorpresa. Gracias a su autora por enviarmelo.

La trama transcurre en la ciudad de Barcelona donde Marta Palau, una joven agente de la Guardia Urbana y su compañero, Daniel, acuden a un servicio en la calle Verdi,36 donde todo parece indicar que una de sus vecinas se ha suicidado.
Por pura casualidad nuestra protagonista, que está deseando mudarse, acaba compartiendo piso en el mismo edificio del suceso.
Tras un encuentro casual en la escalera con el viudo de la supuesta suicida, Marta empezará a sospechar de todo y de todos. Presiente que algo no encaja en este caso, aunque los Mossos que es a quien corresponde la investigación, no le dan importancia. Este hecho hará que Marta decida realizar su propia investigación de manera extraoficial.

A partir de aquí, nos encontramos con una novela de poco más de 200 páginas, narrada en tercera persona, mayoritariamente desde el punto de vista de la protagonista. Estructurada en veintiocho capítulos cortos con un lenguaje sencillo, diálogos bien construidos, y con descripciones breves pero detalladas que nos permiten hacernos una imagen clara del lugar en el que se hayan los protagonistas.

Una novela que casi se lee del tirón pues desde el primer momento la intriga y el ritmo te atrapa, en una trama bien construida que hace que según vas leyendo, vayas sospechando de unos y de otros, haciendo que quieras saber quién es el culpable y sobre todo cuáles son sus motivos

Lo que me ha gustado ha sido como la autora consigue ofrecer varios posibles sospechosos y llevarme al engaño, ya que todos parecían tener secretos ocultos, para acabar sorprendiéndome con un final original e inesperado.

La autora ha creado unos personajes bien construidos y perfilados. Todos tienen un pasado, que tendrá mayor o menor relevancia en la trama y en la resolución del caso, logrando que empatices con ellos, con lo que les sucede o lo que sienten. Destacar sobre todos a Marta, la protagonista. Traumatizada por un suceso de su niñez del que siempre se ha sentido culpable y, que la hace sentirse a veces insegura y frágil, es sensible, decidida y valiente. Una joven que se deja guiar por sus emociones e impulsos sin pensar en las consecuencias, que luego tiene que asumir. Su inexperiencia la suple con su testarudez, aunque esto la lleve a ponerse en peligro.

Para ser la primera novela de su autora, y espero que no sea la última, ha conseguido crear una historia a caballo entre el suspense nórdico y la intriga clásica de novela negra. Un libro ameno y adictivo, del que me quedo con dos detalles un guiño a Arturo Fernández y su “chatina” y que no existe el capítulo 13 sino el 12+1.