Sandman Deluxe

ATENCIÓN: esta reseña contiene SPOILERS de los anteriores números de Sandman. Sueño, uno de los Eternos, debe afrontar las consecuencias de sus acciones mientras reflexiona sobre su lugar en el universo junto a su familia. Como entes que se relacionan con aspectos poderosos de la vida, su influencia puede condenar o salvar a millones.

Tras los sucesos en los anteriores números llegamos a los arcos que anuncian el cierre de la historia. Ello se refleja con la posada entre los mundos, un lugar donde diferentes seres se reúnen y cuentan historias mientras pasa una tormenta.

Lleno de diferentes anécdotas y conectando con mundos como el de las hadas o el de unos oscuros enterradores, este arco desvela sucesos pasados que quedaran en la sombra, y también nos anuncia el final de la trama de Sueño. Gaiman pone en estos minicuentos las bases para expandir todo lo que ha creado pero también para que reflexionemos sobre aquello que se nos va a mostrar y sobre la identidad y el papel de cada uno en el mundo (si lo hay).

Sus reflexiones abarcan también la política, la manipulación social y cómo las consecuencias de los actos pueden ser mayores de lo que se esperaba. Si bien en un primer momento parece que no hay una relación real con todo lo que cuenta los paneles que cierran el arco, con un dibujo espectacular, sirven de preludio para el inicio del fin.

Con una lectura que puede espaciarse, Gaiman ha sabido ligar lo mero anecdótico dentro de una grama trama en torno a algo profundamente humano, la familia y los choques generacionales.

Colibrí.