Es un libro infantil, muy sencillo de leer, de unas 150 páginas con letra muy grande y muchas ilustraciones. Trata de unos niños que quedan al cuidado de su padre cuando la madre se marcha de viaje por trabajo, y se quedan sin leche par el desayuno. El padre sale a la tienda de la esquina a comprarles la leche pero tarda muchísimo en volver. Cuando vuelve, les cuenta los motivos de su tardanza... Me ha parecido una historia muy divertida y, a pesar de lo rocambolesco (normal siendo una historia de aventuras para niños), me ha mantenido en vilo. No he podido dejar el libro hasta acabarlo. |