El otoño del patriarca

Colosal semblanza de un dictador asentado en el poder desde ni se sabe cuánto tiempo, que aglutina una amplia variedad de estereotipos de reconocidas figuras históricas que han usurpado el poder durante años.

Hombre omnipresente en toda la extensión de su territorio, conocedor de cada uno de sus habitantes por su nombre y sabedor de los problemas que les afligen. Con una innata capacidad premonitoria y un talento especial para advertir traiciones y tramas conspiratorias antes de que puedan llevarse a cabo.

Solitario en la cima de su abusivo poder y con un número limitado de personas en las que confiar. Un hombre de origen humilde y con escasos estudios que las circunstancias encumbraron al poder en lo que parecía que iba a ser un gobierno efímero y acabo perpetuándose hasta perder la cuenta de los años que llevaba gobernando.

Espléndida la manera de retratar las interioridades de un régimen dictatorial que se sostiene a base de concesiones a los países aliados y a la fuerzas represoras de sus ejércitos y cuerpos especiales destinados a detectar a los insubordinados antes incluso de que lleguen a tener conciencia de serlo.

Una novela muy bien trabajada aunque también reconozco que no es recomendable para todo el mundo. La escritura de García Márquez puede calificarse como densa y recargada para lectores no acostumbrados a este tipo de lecturas, con construcciones especialmente extensas entre punto y punto, con continuos saltos temporales que irán alternando sucesos o anécdotas hasta completar un acabado retrato de una figura que dentro de su crueldad y despotismo puede llegar en algún momento a despertar lástima e incluso ternura.

Gabriel García Márquez dedicó mucho tiempo a la preparación de "El otoño del patriarca" y era una de sus obras de la que se mostraba más orgulloso de haberla escrito.