 |
Carolina ha recibido por teléfono la noticia de la muerte de su novio y eso ha puesto su vida patas arriba, en primer lugar por lo inesperado y en segundo, por la forma en que ha sucedido: ha sido atacado y parcialmente devorado por un león. En estado de shock y sin tener muy claro hacia dónde dirigir sus pasos, decide ir a la búsqueda de la verdad porque en su cabeza toma forma la descabellada idea de que su novio fue asesinado en vez de víctima de un lamentable accidente. Comienza así una historia de misterio magníficamente ambientada en los paisajes de África que mezcla la investigación con la ayuda humanitaria sin dejar de lado los diferentes modos de vivir y de entender la vida en África que chocan tanto con los europeos: aparte del hambre y la pobreza veremos también la diversidad de las creencias, las cosas que no se nombran, las que no tienen importancia o las que resultan vitales. Carolina destaca entre el grupo de compañeros de su novio como un guisante en un plato de arroz cocido, ya que no se conocen de nada y ella sospecha de todo el mundo. Su desasosiego constante, los lentos avances, la desconfianza volátil traspasan las páginas del libro y te llevan a hacer tus propias cábalas capitulo tras capítulo. Dos viajes simultáneos se dan cita en este libro: uno a través de los bellos paisajes y los aislados poblados de África, buscando una verdad que quizás no exista, mientras se presta ayuda a quienes lo necesitan; otro a través del alma de Carolina y su relación con Noel, una relación que va quedando plasmada y dibujada a la vez que lo hacen los distintos paisajes por los que va viajando Carolina. Cuanto más se adentra ella en los territorios que visitó Noel, cuanto más cerca está del lugar en el que ocurrió el accidente, más cerca estamos nosotros de descubrir todos los pormenores de lo que existía entre ellos, de cómo era ese vínculo, de cómo cada uno de ellos entendía lo que los unía o los separaba. La escritora va alternando momentos de acción con otros de investigación y algunos de corte más íntimo. Su narración es fluida, ligera y elegante, se adapta a cada instante de la historia y nos lleva de viaje con descripciones vividas y nos invita a reflexionar sobre lo terrorífico que se puede esconder tras la belleza, sobre lo que damos por supuesto en una pareja y sobre los prejuicios que nos acechan a cada uno. Al igual que los otros libros de la escritora, para no perdérselo. |
>
