¿Quién es Olimpia Wimberly?

Me ha gustado este libro, aunque tarda un poco en enganchar y me tenía más atrapada la trama que sucedía en el pasado que la del presente.

La novela comienza con una misión fallida, donde por un capricho del destino, Olimpia Wimberly termina en el hospital y será reconocida por un anciano al que nadie conoce y que no tiene identificación.

Es aquí cuando la trama se divide en dos, una trama que transcurre en el pasado y que va en paralelo con la investigación que sucede en el presente, ampliando la información que encuentra el equipo de Olimpia.

A lo largo de la novela se van resolviendo las incógnitas con incógnitas nuevas, ya que empiezas con la incógnita que te plantea el título, y acabas con la investigación de varios crímenes.

La trama que sucede en el pasado, la protagonizan Robert Kerr y Pía en su mayoría, mostrando las rebeldías, caprichos y el cómo todo gira en torno a Pía. Aun así, te traslada a la época de los años ochenta y puedes comparar la personalidad de los personajes que están presentes en la actualidad de Olimpia.

Me gustaba esta trama, ya que cuando no estaba cometiendo alguna rebeldía Pía, Carlotta estaba tratando de alejar a Robert y cuando no, Robert encontraba un hueco por el que podía acercarse a Pía.

Era muy entretenido, y esta parte de la historia era la que me hacía dar vueltas a quién podía haberle secuestrado y eliminar o añadir sospechosos en mi lista. Aunque, eso sí, no tardé mucho en descubrir quién fue el culpable de asesinato.

En cuanto a la trama del presente, está protagonizada por Jacob y Olimpia en su mayoría, ya que son los que encuentran pistas con mayor facilidad y los más interesados en el caso que tienen entre manos.

Jacob es el hacker de Olimpia, alguien a quien recurrir en el caso de que quieras encontrar información sobre alguien a quien nadie conoce. Me ha resultado un personaje muy interesante, ya que aportaba un punto de vista diferente al resto, aunque pocas veces le dejaban comentar el proceso que había utilizado y el por qué.

Aquí he echado en falta las descripciones tan elaboradas que hay cuando hablaban los médicos o la propia Olimpia. Me resultaba un poco frustrante que de unos temas se hablara mucho, con lenguaje técnico, pero si un ordenador estaba involucrado apenas se contara nada.

Olimpia por otra parte, te sorprende con conocimientos de todas las materias y tiene una habilidad innata para adaptarse a las situaciones que sorprenden en cada capítulo.

Aunque, eso sí, hay algo que me ha llamado la atención de ella en todo el libro. No le cuenta toda la verdad o información que ella tiene a nadie, ni aún siendo de su equipo, aportaba información que podía evitar muchas horas de investigación a Jacob.

En cuanto al final, a excepción de un pequeño detalle que hace que entiendas el comportamiento de uno de los personajes, como ya tenía bastante claro quién era el culpable, ya me lo esperaba y no fue el shock que debería haber sido.
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