Esta novela nos presenta a Sophie y Otto, un matrimonio burgués que lleva diez años de matrimonio, aparentemente, perfecto: ella trabaja como traductora y especialista en literatura francesa; él es abogado de un bufete al que no le faltan los clientes. En la sociedad neoyorquina de finales de los sesenta representan el éxito no parece faltarles de nada: un buen coche, una segunda residencia en Long Island, una vida social activa… ⠀ Una noche cualquiera, un incidente marcará un antes y un después en su rutinaria vida: un gato callejero al que Sophie alimenta en la puerta de su casa, muerde su mano. A modo de Macguffin, y como si de una película de Hitchcock se tratase, este pequeño incidente hace que salga a la luz la creciente insatisfacción de Sophie con su vida. Su mano herida se convierte en causa de preocupación continua, tanto para la propia afectada como para su entorno, a pesar incluso de la reticencia de ella por acudir al médico en un primer momento. ⠀ A partir de ese instante la vida de Sophie y Otto se desarrolla marcada por una aparente crisis, de mayor o menor trascendencia según el caso (y según el estado de ánimo del lector, ojo), e esto traerá consigo el replanteamiento de la forma en que asumen todo lo que les sucede. ¿Puede un hecho resquebrajar y sumir en la degradación toda una vida? Aquí no me atrevería a contestar por todos, pero ¿puede una novela sobre personajes hastiados, pese a disfrutar de una vida plena, hastiar incluso al lector? Yo digo: SÍ. Paula Fox lo consigue totalmente. ⠀ Enlace: https://www.instagram.com/p/.. |