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La reina está muerta de Ira Franco comprende varias etapas en la memoria de la vida de la narradora; muy en particular, la relación con las mujeres en su familia, su madre y su hermana. Contiene anécdotas tales como un accidente que sufrió su mamá, la búsqueda de un cantante cuya canción celebra un aniversario, la muerte de Kayla – muy dolorosa en mi opinión. Las edades mencionadas aquí van desde los 10 años hasta los 30 años. Los escenarios van desde el hogar familiar hasta una casa en Venice Beach, California. La protagonista interactúa no solamente con su familia sino también con Jack, el amigo ocasional norteamericano quien la ayuda a buscar al autor de Mister American Pie, Don MacLean. El encuentro con tal fue lo que más me gustó de esta historia ya que Don no recuerda con certeza lo ocurrido antes de componer la melodía, pero sí nos lleva a la década de los sesenta y ese ambiente hippie cuando vivir sin restricciones era el ideal y respuesta a la violencia de entonces. Lo que ocurre al final cierra muy bien este relato, en tiempo presente, aunque con influencia y leve nostalgia por los orígenes. Creo que sería buena idea una relectura tomando en cuenta un orden de las fases en la vida de la protagonista. Recomendable para todo tipo de lector, muy en particular a quienes les gusta la música de ese tiempo y espacio.
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