Nunca el juego de la oca me ha causado escalofríos, hasta que he leído este libro. Un maravilloso thriller en el que un novato inspector se enfrenta a un peligroso peregrino que se dedica a cumplir las diferentes etapas de este juego, que suponemos infantil, y qué mejor modo de hacerlo que matando a personas aparentemente escogidas al azar. Es un libro intenso, cuya trama te envuelve y atrapa cual laberinto del juego. Y con un final apoteósico. |