Esta deliciosa obra reivindica el lugar que corresponde a la naturaleza, alejada de la mirada meramente estética y con afán de control del ser humano. Se trata de una obra de 1979 que sigue estando de plena actualidad. El autor crítica la aproximación que el hombre ha realizado a lo largo de la historia al mundo natural, desde la ciencia y desde el arte, pero también desde esa posición antropocéntrica y de dominio en la que se ha erigido para someterlo y ordenarlo todo. Es una oda, una carta de amor y una llamada de atención que he agradecido leer, tratando de tomar buena nota de muchas de las reflexiones y contrastándolas con las mías propias… Ha sido un viaje maravilloso. |