En este ensayo, corto, John Fowles reflexiona sobre los espacios naturales en los que no ha intervenido el hombre. Los bosques salvajes, los caminos llenos de hierbas y los parajes cuyo arbolado han surgido de manera natural. No es un ensayo al uso, no utiliza datos y estadísticas. Su lenguaje es cercano y sincero. Repasa su biografía y la relación con su padre al que le encantaba la naturaleza de manera controlada y estética. Realiza comparaciones entre naturaleza, arte y creación. Nos transmite su pasión por la naturaleza. Es un libro para disfrutarlo.
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