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De nuevo me encuentro ante una novela romántica, en esta ocasión con una fuerte carga erótica, y que trata de mezclar el misterio con la pasión y el romance. Los que me leéis, sabéis que la literatura erótica me resulta incómoda de leer, pero de vez en cuando le doy una nueva oportunidad, por aquello de intentar leer de todo para formarme una opinión clara al respecto. Debo reconocer que en esta ocasión, las escenas de sexo no resultan tan incómodas como había imaginado, y están escritas con una ligera sutileza, si bien se deja claro en todo momento lo que sucede, a veces con demasiado detalle. También es cierto que no se produce ninguna de estas escenas hasta haber avanzado bastante en el libro. Comenzaré con los puntos positivos de la obra, para después comentar lo que menos me ha gustado de ella. En primer lugar, la delicadeza y sutileza con la que la autora trata determinados temas como puede ser el acoso o violencia de género, pero al mismo tiempo la ausencia de tabúes por parte de algunos personajes para afrontar temas y situaciones que, en ocasiones, las personas temen mencionar. Lori Foster trata de crear personajes femeninos fuertes e independientes, pero no lo logra del todo al mencionar la constante necesidad de los personajes masculinos protagonistas de defenderlas y protegerlas. Me incomodaba el hecho de que Cannon no parase de pensar en acostarse con Yvette y en querer protegerla ante todo, manteniéndola a su lado, no dejando a otros acercarse a ella, e incluso respondiendo a las llamadas que recibe. No creo que esta visión sobreprotectora sea sana, y mucho menos teniendo en cuenta que ella sufrió en el pasado. Los personajes resultan interesantes hasta cierto punto. Yvette es la que más va a evolucionar y sorprender, si bien la mayoría de ellos resultan planos y previsibles. La historia de misterio o la intriga de la novela queda relegada a un tercer plano, detrás del romanticismo y el erotismo, en los que se explaya demasiado, ya que apenas avanza la historia, quedando resuelto de modo precipitado. Es cierto que Yvette y Cannon son los protagonistas, pero Armie y Merissa resultan más carismáticos, divertidos y entretenidos, y el lector (o al menos yo) se queda con ganas de que se profundice más en ellos. Personalmente, creo que la autora podría haberles sacado más provecho, dando mayor interés a la obra. Es sencilla de leer y, por lo general, resulta entretenida, si bien no es de las que más he disfrutado leyendo y no veo necesaria una relectura. La autora emplea un lenguaje sencillo, aunque a veces repite las mismas expresiones para enfatizar diferentes ideas. |
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