Siempre he pensado, que si algo te remueve es porque es necesario que así sea. Leer a Fosse es darle la vuelta a tus estructuras lingüísticas para dar paso a una marisma de sentimientos en la que los filtros no existen. No diré nada de su estilo o forma de escribir es sobradamente conocido. Un torrente de pensamientos plasmados minimalísticamente, pero abriendo paso a lo que te producen, va cuadrando a la perfección con estas historias de vida contadas como si de juglares se tratara. Porque hay musicalidad es su escritura. Mis sensaciones al leerlo fueron de menos a más. Tres “cuentos”conforman esta historia envuelta entre fiordos, mar, azules y espejos. Tintes de la tradición cristiana se vislumbran entre sus líneas. En el trasfondo de la obra, la vida y la muerte yuxtapuestas. Sin doblez, ni decoración. Obvias lo repetitivo y te enganchas al ritmo No hay una cronología y la historia va pasando de un personaje a otro enmadejado con flashbacks al pasado. Me da la sensación de estar en un laberinto de espejos en el que el tiempo se va diluyendo a la vez que nos muestra la verdadera imagen de sus personajes, personajes que solo sienten, que hablan a través de las emociones y no al contrario. De ese modo, quizás escaparon de su propia realidad, escondiéndose en una ficción, había demasiadas mentiras en su vida, en una sociedad que no les permitía avanzar. Melancolía abocada a la desesperanza iluminada por breves destellos de esperanza. Ese es el verdadero atractivo de este libro, la vida en forma de emociones, dando sentido a su devenir, a su linealidad, a su continuidad. Fosse escribe como vive. Hay miedo implacable, con poso, hambre despiadada, a interés fatal, amor palpable, muerte de la inocencia en pos de la necesidad y la falta de opción, y así los recuerdos se convierten en presente, porque son como la vida, porque su sentido está mientras la vives. Mi reflexión es que No se puede amar a medias. Ese fue el error de Aslen. Amar sin límite Las pobligaciones no van por encima de las emociones y la solución no está en conseguir lo que crees que te mereces por la buena voluntad o no de terceras personas. La Sociedad te castiga. La vida te abate. Y los silencios ocupan el espacio. Lee a Fosse luego juzga. |