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Hoy, dos de abril de dos mil veintidós cumplen cuarenta años de esa locura que en la mente se un borracho alucinó la salvación del gobierno más cruel e ilegítimo de Argentina: la Guerra de de Malvinas Esta novela escrita, según señala su autor, entre el once y el diecisiete de junio de mil nueve ochenta y dos, es decir, durante la semana que siguió a la rendición de Argentina, pone en superficie todas las miserias que esa dictadura llevó adelante buscando salvarse. Porque eso fue la guerra, un manotazo de ahogados. Cuenta la leyenda que Fogwill la escribió como un experimento de ficción antes de los testimonios de los sobrevivientes salieran a la luz Cuarenta años después, la imaginación (¿incentivada por el consumo de drogas?) del autor parece quedarse corta, y la actitud de ese grupo de desertores parece la más sensata. Es la tercera vez que la leo (la primera fue en un libro prestado en los primeros noventa; la segunda, hace algo así como quince años, ya con mi libro, quinta edición) Y es como si hubiera leído un libro nuevo. Tal vez, por todo lo que nos fuimos enterando a lo largo de todos estos años. No puedo más que recomendar su lectura. Y así, de un tirón, como la hice hoy, en este día tan oscuro para la historia de mi país. |
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