Todos hablan de ella

Bueno, vaya MARAVILLA de historia.
De esas que se disfrutan de principio a fin y las devoras porque son una brutalidad: electrizantes, magnéticas y muy, muy oscuras.

Todos hablan de ella es la “típica” historia guilty pleasure. Chica que tiene la vida solucionada acaba metida de lleno en un problemón: su novio aparece muerto y la última que estuvo con él fue ella. Todo el mundo cree que ella es la responsable de su muerte y las informaciones que aparecen parecen confirmar más si cabe su culpabilidad.

Y hasta ahí lo típico. Porque en esta historia no hay buenos ni malos, ni verdades ni mentiras absolutas. En esta novela solo hay dos cosas: la historia y tú.
Sí, tú.
Porque aquí se nos plantea el dilema de saber a quién creemos: ¿Hacemos caso de lo que dicen la redes sociales y los medios? ¿O nos creemos la versión de la protagonista? Como lector solamente puedes atenerte a unos hechos que van apareciendo a cuentagotas, que te proporcionan los propios interesados, de ambos lados, y que te harán dudar hasta de ti mismo.

Y precisamente esto es lo genial de la historia: tú tienes un papel, un rol. No eres un espectador pasivo de esta historia, sino que la novela te incita a reflexionar, a querer creer o no la versión que se nos da. Nos hace dudar, plantearnos el poder que tienen los medios, las redes, para conformar opiniones porque una cosa es cierta: no escuchamos a la protagonista. Como siempre ocurre ante casos mediáticos, se escuchan mil y una voces, pero a los protagonistas no se les suele oír, aunque se les juzga y prejuzga con tremenda rapidez.

Y es que Todos hablan de ella es también una mordaz crítica a las apariencias, a los prejuicios, a los abusos de los medios y las redes y al daño que todos, consciente o inconscientemente, podemos llegar a hacer por opinar sin saber la realidad al cien por cien.

En cuanto a los personajes, sin lugar a dudas son de los mejorcito que he leído en los últimos tiempos en cuanto a thrillers juveniles. ¿Por qué? Pues tan sencillo como presentar a un grupo de chavales enigmáticos, poliédricos, con mucha verdad en su historia, pero con sucios secretitos a sus espaldas. Ni uno se salva de parecer inocente, todos tienen sus motivos, sus causas, sus secretos y sus razones. Gracias a todos ellos nos convertimos en modernos Poirot dispuestos a resolver (o no) un crimen de lo más misterioso.

Por otra parte, algo que me ha encantado de la historia es lo originalmente que está escrita. No es la típica historia que va enlazado capítulo tras capítulo. En este caso, los personajes se dirigen directamente a ti, te cuentan sus opiniones, dudas, quejas, defensas, todo como si fueses su persona de confianza. Además, como los capítulos son muy cortos, la historia permite unir recortes de periódicos, mensajes en redes sociales, entrevistas a personas interesadas en la historia… un verdadero Cluedo en toda regla que te sumerge de lleno en la historia para que seas tú mismo quien decidas cuál es la verdad.

El final. Ay, ese final. Es que aunque me ha dejado a cuadros, es de lo mejor de la novela. No quiero hacer spoiler, así que solo diré que es el mejor final que una historia en la que tú eres el protagonista y el “detective” podría tener.

En definitiva, Todos hablan de ella es una PASADA de historia. Ideal para todos aquellos que adoréis las novelas de misterio e intriga, en la que la verdad esconde muchas más mentiras de las que creemos. Una novela en la que las apariencias engañan, las realidades están distorsionadas y solamente tú tienes poder para decidir qué creer o no.