Noah

》 "Puede ser que nos dirijamos hacia la ruina. Puede ser que todo esté perdido desde hace tiempo. No lo sé. Pero quizás entre todos aquellos a los que he salvado de la muerte, esté la persona que sepa cómo cambiarnos. Aquel que marcará la diferencia."

En Noah se nos presentan tres fases con cinco puntos de vista distintos, cinco vidas completamente contrarias, las cuales se van siguiendo a lo largo de estas tres frases y las que, hasta bien adentrado en el libro, no se relacionan. Pero una vez que comienzan a relacionarse entre sí, el libro atrapa y mucho. En mi opinión, las partes que transcurrían en Manila, Filipinas, me aburrían bastante, aunque sin dejar de impresionarme de lo bien que estaba narradas las condiciones de pobreza en la que estos personajes trataban de sobrevivir diariamente. Y, a pesar de sentir que esas partes sobraban de vez en cuando, comprendo que tenían una gran relevancia a la temática en la que se basó el libro; cómo la sobrepoblación y sobreexplotación de recursos afectará a futuro al planeta Tierra.
En cuanto a los personajes, todos y cada uno de ellos fueron de mi agrado. Todos fueron tan reales que los pensamientos de cada uno de ellos me llegaron y fueron totalmente comprensibles. Incluso comparto con más de uno los ideales, independientemente de si esa es la forma correcta o no de encarar una problemática como la que trata este libro.
Hasta antes de empezar la Fase 3 eran cuatro estrellas clavadas, no sé qué era lo que me impedía considerar una estrella más en ese entonces, solo estaba segura de que me estaba gustando muchísimo, sobre todo los temas que estaba tocando. al comenzar la Fase 3, la lectura se me alargó, se me hizo bastante lenta para el ritmo que venía trayendo la novela. Si bien antes, en la obra, hubo momentos en los que me aburría (las partes de los manileños, como dije previamente) nunca hubo un momento en el que la obra no me enganchara. Pero la Fase 3 se me hizo algo tediosa a comparación del resto del libro. Y el final… Oh, ese final. Por una parte me hizo terminar leyéndolo con una sonrisa pero por otro lado la resolución en sí me pareció demasiado meh para todo lo que había pasado anteriormente en la historia. Tal vez si esas últimas veinticinco páginas no hubiesen estado o hubiesen sido un poquito diferente…
Gran parte de la puntuación se debe a la paranoia que me provocó este libro y la consciencia que me generó el leerlo. Nunca antes un libro de Fitzek me produjo tanta paranoia y mucho menos me dejó reflexionando largo rato tras leerlo como sucedió con Noah. Me sorprendieron muchísimo los temas que se trataron ya que, antes de leerlo, como siempre, sabía poco y nada. Encaré esta obra de Fitzek simplemente sabiendo que había un hombre sin techo en Berlín que se hacía llamar Noah. No me esperaba en absoluto que esto fuese un eco thriller, que la trama principal fuese del tipo medioambiental y ecologista. Fue una grata e inesperada sorpresa.
Por esta razón, por tratar temas como la sobreexplotación de los recursos, la sobreexplotación de la tecnología, la sobrepoblación, el consumismo, la economía mundial y como todo esto afecta el medioambiente, se merece 3,5 estrellas. Este libro me hizo reflexionar muchísimo, sé que mi punto de vista en estos temas se reafirmó (e incluso se amplió) luego de leer Noah y estoy muy agradecida por ello.
Por otra parte, esta obra no era lo que esperaba, si es que puedo decir que esperaba algo en específico ya que, de nuevo, arranqué el libro sin tener nada en mente. Aun así, a lo que yo estoy acostumbrada con el autor, es algo diferente. Si bien lo de los capítulos cortos se mantiene (cosa que agiliza muchísimo la lectura de estas 560 páginas) y en cada capítulo el autor hace lo que le sale mejor, eso de dar un último y contundente giro al final de cada capítulo para mantenerte leyendo sin parar, debo admitir que tiene muchos menos plot twists (o menos intensos) que otras obras que he leído de Sebastian Fitzek. Tampoco sé si este tipo de historia daría para eso... El caso es que veo esta obra como algo completamente distinto entre los demás trabajos de Fitzek, y me agradó mucho esta diferencia. Hablando de diferencias…. El epílogo de este libro fue una opinión personal de Fitzek respecto a estos problemas ambientales y, si bien no me esperaba finalizar esta lectura de una manera tan profunda como fue ese epílogo, me siguió abriendo la mente al igual que reiterados momentos en el libro.
En resumen, una lectura completamente inesperada pero sumamente interesante. Una lectura totalmente cierta que te deja reflexionando acerca de tus acciones al día a día y de los cambios que uno puede hacer para aportar aunque sea una mínima diferencia.

📌 Puntuación: 3,5/5.