Llévame a casa

Nos situamos en Berlín, donde Jules trabaja como voluntario en un servicio telefónico donde las mujeres llaman cuando vuelven solas a casa para sentirse acompañadas. En la ciudad anda suelto el Asesino del Calendario, Klara ha llamado por accidente al servicio, cuando Jules descuelga la llamada, una aterrorizada, Klara le confiesa que está escapando del asesino, que le ha dado fecha límite de su asesinato, esa misma medianoche. Quien sabe la fecha de su muerte, ya ha empezado a morir.

No me canso de contaros lo muchísimo que me gustan, las tramas que transcurren en una sola noche, hacen que los hechos transcurran de manera mucho más intensa. En este caso, Klara se encuentra en el plazo límite para escapar de su verdugo y está dispuesta a suicidarse antes de que este la encuentre.

Encontraréis unos primeros capítulos frenéticos donde Jules y Klara intercambian confesiones, con un Jules absolutamente desquiciado tratando de ganar tiempo para retrasar al máximo su muerte. Klara es una mujer fuerte, pero maltratada ante las circunstancias de la vida. Y Jules, quien por coger la llamada de Klara está en riesgo, alguien se ha colado en su casa dispuesta a darle una lección.

La trama como veis es absolutamente inquietante, no logras ver nunca cuál será el siguiente movimiento. Con capítulos que van alternando la situación de ambos protagonistas es imposible dejar de leer. La ambientación desde luego que es perfecta para contagiar al lector de esta intranquilidad que se respira durante toda la noche.

Una novela negra perfecta para alejarse de la típica investigación policial y conocer el otro lado, la malicia, la violencia, el relato de las víctimas.
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