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La historia de Sondre y Gina, tiene mucha más profundidad de la que se espera en una novela de New adult. Es un género que no había leído nunca, no me llama la atención, pero reconozco que me ha sorprendido. Tal vez sea porque la escritura de María Ferrer me fascina. Me atrapó con el primer libro suyo que leí, y creo que no me despegaré nunca. Gina y Sondre se conocen desde niños, pero nada tiene que ver lo que recuerdan, con las personas en las que se han convertido. Habrá quién piense que esto es una historia más de jóvenes con las hormonas revolucionadas. Nada más lejos de la realidad. Tras esas escenas en el instituto, las fiestas típicas de esa edad más las añadidas por tradición Noruega, hay una historia con un poso muy negro y muy denso. No saber canalizar correctamente las frustraciones, en ocasiones lleva a rodearse de las compañías menos adecuadas, aquellas cuya única finalidad es la intolerancia con lo que consideran imperdonable y el menosprecio por sus semejantes, haciendo de ello un modo de vida y una continua competición. Un problema agregado a esto, suele ser la dificultad de abandonarlas, sobre todo cuando hay quien no concibe otro modo de vida para poder destacar e incluso someter. Ese destino al que tanto le gusta jugar con nosotros, hace coincidir a dos personas que no podrían tener ideas más contrapuestas respecto al tema mencionado. Una de ellas tuvo la mala fortuna de acabar en un grupo de esos y la otra, la tremenda desgracia de conocer la otra cara de la moneda, la que deja a una persona postrada de por vida en una cama de hospital. Con esta premisa, es difícil por no decir imposible, que lleguen a estar de acuerdo nunca, pero nuevamente ese destino caprichoso y un rechazo que jamás imagino, hacen que el que estaba en el lado equivocado de la vida recapacite y vea la realidad tal y como es. Tenemos también unos secundarios que completan la historia y que nos brindan más de un momento memorable. Algunos un poco insoportables todo hay que decirlo y otros entrañables, pero todos ellos imprescindibles. Es una novela que merece la pena leer, nos da más de una lección. Enhorabuena María, me has vuelto a encandilar. |
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