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Lo he leído para poner mi granito de arena. Me he divertido leyéndolo, en algunos momentos no sabes si reír o echarte las manos a la cabeza con las conversaciones tan locas, son como un chiste malo, no sabes si reír o llorar. Cada diálogo tiene su punto y las recetas culinarias no tienen desperdicio. Lo recomiendo para pasar un buen rato y además ayudar con la causa. |
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