InicioMis librosAñadir libros
Descubrir
LibrosAutoresLectoresCríticasCitasListasTest
>

Crítica de Gemmaentrelecturas


Gemmaentrelecturas
21 November 2022
«Hay que dejar que la prensa haga el trabajo por ti. Que difunda tus mentiras y magnifique las dudas»
 
Para abrir debate y empezar de alguna forma a reflexionar, voy a plantear una pregunta, ¿es bueno decir siempre la verdad? Otra, ¿es bueno engañarnos a nosotros mismos? Lo sé, lo sé, ninguna de estas respuestas es absoluto, entonces por qué nos llenamos la boca diciendo que mentir es malo, si eso es así, os garantizo que todos, absolutamente todos, somos malos, porque no una sino cientos de veces hemos mentido.
Crecemos escuchando que mentir es malo, pero luego observamos como la persona que nos recrimina o nos amonesta con el dedo índice casi sobre nuestras narices, miente. Miente diciendo que los Reyes Magos existen, que el Ratoncito Pérez vendrá por la noche, que el vestido le queda bien a la vecina o que la comida del abuelo apenas se ha quemado y toda la casa esta cargada de un humo denso y pesado, pero tiene Alzheimer y quiso aligerar la carga haciendo la comida, pero se le olvidó la cazuela. Mentimos por cariño, por amor, por miedo, para protegernos, para sobrevivir, para quitar peso de nuestra espalda y seguir arrastrando nuestra carga. Decir que mentir es malo nos llena de culpa y la culpa es un sentimiento que paraliza y hunde, nos convierte en malas personas, un malestar continuo que condiciona el resto de nuestras decisiones.
                Ya sé, ya sé, algunos diréis, que hay mentiras y mentiras piadosas. No seamos hipócritas, un político que nos miente a la cara puede pensar que son piadosas, que nos protege de los malos augurios de su gobierno, de la brecha que se abre bajo nuestros pies por su mala cabeza, y es mejor retrasar ese momento con palabras hermosas y futuros de utopía.
                No podemos seguir negando nuestra naturaleza, nos lleva a un conflicto interno que impide nuestro desarrollo emocional de forma armoniosa. Mentir forma parte del ser humano y tiene beneficios, pero también perjuicios y consecuencias. Yo he mentido, cuando se moría mi padre, le mentía a él y me mentía a mí, saldremos de esta, ni él salió ni yo tampoco, me costó cuatro años salir del pozo de esa mentira, pero cómo se le dice al alguien con sus facultades perfectas, te estás muriendo, te quedan horas, yo no pude, no podía, no supe, nadie me preparó para eso, yo no quería separarme, ni perderle. Mentí.
                No os sulfuréis conmigo, la mentira es mala cuando es la herramienta de otro concepto, MANIPULACIÓN. Pero incluso en esto tenemos el resto de incautos culpa, la autora nos dice…
 
«Creo que la clave es que ni se pararon a pensar. Se dejaron llevar»
 
Quizá, y solo quizá, nos guste que nos engañen para seguir viviendo en un mundo mejor. Y quiero terminar con una idea dada por Marta Fernández:
 
«No hay nada tan seductor como una buena falsedad inventada para revestir una verdad demasiado sencilla. Una buena ficción que nos permita buscarle un sentido a ese puzle que llamamos vida»

Marta Fernández nos recoge en su obra algunas de las mentiras más increíbles de la historia.
 
Comentar  Me gusta         00



Comprar este libro en papel, epub, pdf en

Amazon ESAgapeaCasa del libro