Damas, caballeros y planetas

Laura Fernández crea en ‘Damas, caballeros y planetas' una galaxia mucho más divertida de la nuestra, una versión alternativa donde creo que molaría mucho vivir, y le agradezco que me haya permitido pasar en Rethrick unas vacaciones que han durado menos lo de que me gustaría.
 
Esta antología de cuentos espaciales ha sido mi primer contacto con una autora cuya obra me llamaba tanto la atención como respeto me provocaba por las opiniones polarizadas que despierta en los lectores. Así, una vez más, opté por entrar por los cuentos, que siempre me parecen una buena opción para tantear si un autor me gustará o no. Si me baso en mis impresiones tras esta lectura, diré que pienso leer todo lo que Laura Fernández ha publicado y publicará.
 
Estos diecisiete cuentos, algunos inéditos hasta ahora, han sido escritos a lo largo de los últimos quince años y, sin embargo, conversan genial unos con otros y, al parecer, quienes hayáis leído ya a la autora, encontraréis referencias y personajes conocidos. Puedo adelantaros esto porque cada cuento viene precedido por un pequeño texto donde la autora cuenta cuándo lo escribió, presenta el tema, referentes y dialoga con su yo pasado sobre qué quería contar. Estas pildoritas de contexto me han encantado la verdad y, además, han ampliado bastante mi lista de libros que quiero leer.
 
A pesar de estas ambientados en Rethrick y otros planetas imaginarios, los terrícolas y nuestro modo de comportarnos, sentir, problemas y obsesiones varias están muy presentes en el crisol inmenso de seres que pueblan los cuentos. Así, son cuentos galácticos, pero hablan claramente de ti y de mí, de todos nosotros. de una forma divertidísima, llena de un humor tan loco como inteligente, todo ello en un universo sin límites. En serio, jamás, en ningún momento, puedes imaginar qué es lo siguiente que va a pasar en los cuentos. No tener ni idea de por dónde va a salir la autora ha sido parte de un juego que no quería que terminara nunca.
 
A ver, no me escondo, hay dinosaurios. Ahí ya me tenía ganada. Pero hay mucho más, una mujer que se enamora de su cafetera parlante, un granjero que continúa trabajando a pesar del fin del mundo, un periodista que continua en busca de cotilleos incluso tras su muerte, edificios de un millón de pisos, detectives (¡incluido un limonero!) y muchos escritores y novelas que obsesionan o generan odio en los personajes.
 
La forma de escribir de la autora es particular, usa de una forma muy única las mayúsculas, cursivas y paréntesis. En mi experiencia, esto enriquece las tramas de los cuentos, forma y contenido, están conectados de una forma diferente a la habitual y funciona genial. PERO, si no te gustan este tipo de juegos y flexibilidad a la hora de expresarse, tenlo en cuenta antes de leerlos.  
 
Confieso que me he divertido en cada página, un mundo donde todo está llevado a extremo, todo puede pasar, con personajes y situaciones a los que volveré cuando necesite una dosis de positivismo. al mismo tiempo, en la mayoría hay un trasfondo interesante, como decía antes, una reflexión, una crítica escondida bajo las escenas de las singulares vidas de personajes que pueblan confines del espacio pero que tienen nombres de personajes de películas estadounidenses de los años 80. Todo bien todo el rato.
 
Solicitud de visado de residencia para Rethrick: COMPLETADO. ENVIAR. (Clic).
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