Mi opinión muy resumida sería que me ha gustado muchísimo. Se que Farmacia Enfurecida tiene un libro anterior, pero este ha sido mi estreno con sus novelas gráficas y no podría estar más contenta. El libro nos sitúa en una farmacia, evidentemente, y en cada una de sus páginas nos deja vivir a través de Reme, Antonia y Dolores situaciones que enfrentarán en este ámbito a diario. Situaciones divertidas y otras que pueden ser muy frustrantes y desagradables, pero que el autor nos las enseña desde un punto de vista humorístico, sin negar el lado amargo de la profesión, pero quedándose con la mejor parte. Tenemos a la farmacéutica optimista que intenta ver el lado bueno, la cínica que querría hacer el mundo arder y la ingenua que acaba de llegar y no sabe aun donde se ha metido. Cada una de ellas es especial y aportan a la historia matices indispensables. Los diálogos son realistas y divertidos, las ilustraciones maravillosas, dan vida a la historia. La pega de este tipo de libro es que suelen hacerse muy cortos, los terminas enseguida y cuando llegas al final querría haber tenido 500 páginas más. Pero al final me quedo con que he tenido una lectura breve, pero muy entretenida y divertida, así que creo que eso es lo más importante. |