Reencuentro en las pistas

El libro versa de un joven tenista y el nuevo entrenador que contrata tras despedir al anterior. El nuevo entrenador tiene un pasado que persigue su nombre y ensombrece su talento, su trayectoria y su profesionalidad.
El libro se inicia con cierta lentitud contextualizando la vida del deportista y todo lo que ello implica desde la presión psicológica, el esfuerzo diario, la estricta rutina... Y aparece un nuevo variante como es el amor.
Hay momentos en los que la paranoia, en cierto modo justificada del tenista llega a hacer tediosa la lectura porque aunque incita a la reflexión y no carece de realismo, mi cabeza reclamaba más acción, que los acontecimientos sucedieran con mayor ritmo.
Por otro lado, me ha gustado que se centre más en el amor que en las relaciones sexuales que, en numerosos libros, empañan la trama principal de amor, el conflicto sentimental y la gestión de las situaciones por los protagonistas.
También he disfrutado mucho de los personajes secundarios que aportan de forma activa a la historia, especialmente, Manuel y Sandra, quienes captaron mi atención desde el primer momento.
El libro está muy bien escrito, explicando términos relacionados con el mundo del tenis que resultan fácil de comprenden y bien engranados con la historia.
Además, los dos personajes principales me han generado una gran dicotomía a lo largo de la lectura porque los he amado y detestado por momentos conforma actuaban a lo largo de la narración, y me gusta mucho que se muestren todas las aristas de los personajes. Personalmente, creo que plasmar las luces y sombras de los personajes los humaniza.
La gran crítica a este libro gira entorno al final. He tenido la sensación de que el final está introducido con calzador. No considero que el final sea malo. Es inesperado, e incluso te hace plantearte si te has pasado algo relevante en la historia, pero creo que no casa con fluidez con la parte final del libro. Tengo la sensación de que falten un par de capítulos en los que el lector pueda llegar a pensar que puede pasar o, al menos, no piense que no tiene esto sentido, aunque si lo tenga si le echas mucha imaginación.
Acabé de leer con la sensación de que le falta una segunda parte, lo cual no pensé a lo largo del libro hasta los capítulos finales.