Víctima de mi hechizo

Me gustan los libros que incluyen banda sonora, este especialmente lo he disfrutado porque cada canción ha ido apareciendo como símbolo de la historia personal de Eunice Waymon, conocida por todos como Nina Simone, y también de la historia del pueblo negro y su lucha por los derechos civiles. Estas memorias publicadas por la editorial Kultrum, dedicada a "lectores audiófilos" no tiene página que no se disfrute. Nina Simone empieza contando la historia del pueblo en el que nacieron sus abuelos y sus padres, la historia de su familia en el sur de Estados Unidos, un retrato íntimo y a la vez sociológico de un tiempo en el que la segregación racial tocaba a todos. Después habla de su nacimiento y más adelante de su primer contacto con la música, con el piano y con la ilusión (o meta impuesta) de ser la primera negra mujer pianista clásica, algo que nunca ocurre para suerte de todos nosotros. Nos acercamos a su recorrido musical en la voz de una mujer sensible, determinada, muchas veces caprichosa, otras, ingenua; desde que aprende a tocar Bach, da clases particulares de música, empieza a tocar en antros, la empujan a cantar para entretener al público y no perder su trabajo, graba un disco y otro, la estafan, explota su fama y se une a la lucha a través de sus canciones —tras el asesinato de Martin Luther King hasta la decadencia de los Black Panthers— y en todo esto que implica conciertos, discos y giras vemos a una persona que busca su lugar en el mundo, a una mujer que piensa necesitar un hombre siempre a su lado para estar a salvo de todas las luces que la enfocan y enceguecen, una madre como puede, una niña asustada, una persona con voz valiente. Conocer a Nina Simone, High Priestess of Soul, de cerca y de su propia mano ha sido una experiencia de lectura muy satisfactoria, tal vez por el hecho de poder reconocerse en la mujer que hay detrás del mito.