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Una historia para reflexionar con los más pequeños sobre el clásico consejo de que las apariencias engañan. El texto es algo simple, un poco desigual, no tiene demasiada enjundia y su mensaje moralizante es demasiado explícito (algo que cada vez veo más en muchos cuentos infantiles, que no dejan rienda suelta a la imaginación del niño, sino que le dan la moraleja ya "mascadita" casi desde el principio). Incluso en algún pasaje parece caer precisamente en algún estereotipo como los que pretende combatir (como la corderita "tentadora" que engaña a Nolito). Lo que más me ha gustado son las ilustraciones, muy vistosas y expresivas, y la edición está cuidada y hecha con buena calidad.
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