El inspector que ordeñaba vacas

Antes de nada, comentaros que el autor aparte de Comisario del Cuerpo Nacional de Policía, participó en el programa de Pasapalabra llevándose una suculenta cantidad de miles de euros.

Pero aquí a lo que vamos, a su primera novela de tres que ya tiene en el mercado.

El inspector que ordeñaba vacas es una novela narrada a dos tiempos por su protagonista Ignacio Azcona en primera persona.
Por un lado nos narra su situación actual, y por otra la que le hizo llegar a donde se encuentra ahora.

Que esté narrados en dos momentos espaciados en el tiempo es una técnica que suele gustarme en los libros, porque sabes que algo va a pasar y el resultado final. Bueno realmente no es el resultado sino la consecuencia.

Y lo mejor, cuando esas historias se unen en el tiempo.

Por un lado nos ubicamos en Brasil en el año 2011, y por otra parte en Barcelona, año 2009. Insisto estas historias acaban uniéndose.
Brasil es la consecuencia del pasado del Inspector.

La historia gira alrededor de una investigación de trata de menores que le viene a Nacho a través de un "confite" (confidente).
Lo que parece un simple soplo le va a cambiar la vida al Inspector jefe responsable de la brigada judicial de Barcelona.

El tema de por si ya es duro, encontraremos mafias, mafias del este sin escrúpulos, drogas, y corrupción, bastante corrupción en altas esferas.

El libro es un arma de doble filo y creo que eso es lo que más me ha gustado.

El estrés y la ansiedad que le ocasiona el caso al Inspector, le lleva a pedir ayuda a un psicólogo amigo suyo, quien le ofrecerá a través de unos científicos una terapia especial.

Aquí es donde está la filosofía de la vida, que adopta nuestro protagonista. Filosofía que a mi particularmente me ha gustado.
Vive el presente, actúa en él y cuida el cuerpo, la mente y el espíritu, porque la armonía entre los tres nos llevará a la felicidad y a la serenidad.

Novela perfectamente documentada. Aprovechándose de sus conocimientos de su trabajo, ha creado una novela muy completa.

Con una pluma amena, ligera, profunda y bien cuidada, el autor sabrá engancharnos desde la página número uno.

Y una vez más se pone de manifiesto que la verdadera vocación de algunos miembros de las FFCCSS dan lugar a que son capaces de renunciar a su propia vida por el bienestar de la sociedad.

Enlace: http://www.leolalluviacaer.c..