Perderse

Segundo intento con Annie Ernaux y segundo chasco 🙄
Se lía la protagonista y autora con un diplomático ruso, casado, un semental que la hace ver Leningrado sin viajar. Entra en un círculo de sexo, carne y pasión que en persona inteligente y reflexiva lleva al conflicto interior por el miedo a sentir algo más que lo enturbie todo... y claro, ese algo más llega, en forma de enamoramiento, y comienza el sufrimiento.
El hombre no está por la labor de mariposas en el estómago, y de ahí a un quiero y no puedo, a un mañana empiezo (a dejarlo) doloroso que culmina con tremenda desazón cuando el moscovita deja de visitarla.
- Tiene de positivo que son reflexiones sinceras, que el arrojo y desnudez por parte de la autora son dignos de valorar, y ahí reside el gran mérito humano (que no literario) de este libro...
- Tiene de negativo que es repetitivo hasta el hastío, le sobran como cien páginas, hasta tal punto que en un momento recurre a contar lo que sueña, y claro, ahí cabe cualquier cosa.He soñado, he soñado, he soñado.....
No me creo su sufrimiento, no conecto con su forma de transmitir, hablando claro: no me dice nada.
"Porque S. tampoco me quiere , no me ha querido nunca. Y, en él, lo que yo amo, es su juventud, la URSS que siempre me ha fascinado y que hoy me parece la gran cuestión del mundo."
Un hasta el infinito y más allá que ni al final llega a nada.
Diría que es la obra de esta autora un DIARIO PERSONAL en el que cada capítulo es un libro, y del que yo de momento he compartido dos momentos de su vida que no me han dado para intimar mucho.
¿A la tercera será la vencida? 🤔