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Para mí, la narrativa histórica siempre ha tenido una magia especial. Esa magia que te hace viajar en el tiempo y el espacio a un pasado que ha llegado a nuestros días gracias a testimonios que quedaron por escrito o yacimientos arqueológicos. Por eso, es siempre muy importante que una novela histórica esté bien documentada, aunque dentro hallemos ficción. Si bien Karina nos cantaba aquello de que "buscando en el baúl de los recuerdos, cualquier tiempo pasado nos parece mejor", la novela que hoy os vengo a reseñar lo desmiente un poco. Los recuerdos que conservamos suelen estar endulzados por los buenos momentos, intentando nuestro cerebro borrar el dolor. Pero en esta ocasión nos vamos a trasladar a un hecho histórico doloroso: la Segunda Guerra Mundial. ¿Qué vamos a encontrar en esta novela? Dos momentos históricos de gran relevancia en el siglo XX: la Segunda Guerra Mundial y la caída del muro de Berlín. Esta es la historia de Frieda y Henrik, que ha perdurado en el tiempo, registrada para siempre en unas cartas que tardarán casi cincuenta años en salir a la luz. La novela, narrada en tercera persona e intercalando algunos capítulos desde la perspectiva en primera persona de Henrik, nos muestra cómo Miriam (hija de Henrik) trata de desentrañar en 1989 lo acontecido entre su padre y la misteriosa Frieda entre os años 1942 y 1945. ¿Qué es lo que sucedió en el pasado de su padre para acabar encerrado en Auschwitz? ¿Qué secretos ha ocultado durante todo este tiempo? Cartas desde el olvido es una historia de amor, superación y sacrificio, envuelta de crudeza y realismo. Una historia que contrasta el inicio y final de una era que aún pesa y que no debe caer en el olvido. La forma en que se nos cuenta la historia y se entrelaza con la vida presente de Miriam, envuelve al lector en una serie de sentimientos intensos, que le permiten acompañar a los personajes a lo largo de sus vidas, tratando de desentrañar el misterio oculto en las cartas y la verdad de lo que sucedió con Frieda. Mensaje de la novela: Es sencillo encontrar la crítica al holocausto y al sufrimiento que conllevó: familias rotas, muertes crueles, el lado más oscuro del ser humano y hasta dónde es capaz de llegar en situaciones extremas. Pero hay también un mensaje de esperanza y superación, pues incluso en los momentos más oscuros se puede encontrar fuerza, amor, amistad y sacrificio por salir adelante y ayudar a quienes amamos. Pero, sobre todo, he percibido un mensaje de no ceder ante los prejuicios y no atacar a las víctimas. Un mensaje de crítica a los malos tratos y cómo no debemos juzgar débil a una víctima que no sabe cómo salir adelante, pues está luchando una batalla consigo misma y no solo contra su agresor. Personajes: Los tres personajes principales de esta historia son Miriam, Henrik y Frieda. Ellos van a ser el eje central de una trama que se va complicando y profundizando conforme vamos avanzando. Aunque el entorno y los hechos están muy bien narrados y es sencillo hacerse una idea de lo que sucede, son los personajes los que sostienen el peso de una historia que habla de sus vidas. Anna Ellory ha hecho un gran trabajo, con unos personajes profundos, complejos, que evolucionan y que ocultan luces y sombras en su interior. La autora no pretende endiosar a sus personajes, y muestra cada error que cometen y la posible redención que podrían llegar a tener si se atreven a alcanzarla y se dejan ayudar por sus seres queridos. Unos personajes que tienen que aprender a vivir de sus errores y, por supuesto, encontrar de nuevo la forma de amarse a sí mismos para superar su pasado. En definitiva, nos encontramos ante una obra cuyos personajes logran calar al lector y le invitan a acompañarlos a lo largo de su historia. Lo que más me ha gustado: Principalmente, la evolución de los personajes y la narración de la novela. La forma en que se desarrollan los acontecimientos, la profundidad y crudeza de los hechos, sin ocultar nada, pero a la vez con una sorprendente sensibilidad. La diversidad de temas que se tratan en la novela sin resultar abrumadores ni entorpeciendo el desarrollo de la historia. Cómo cada personaje evoluciona y va dando pequeñas pinceladas de quién es en realidad, más allá de lo que permite que otros vean. Cómo la autora no deja que en su obra haya temas tabú y hable de todo lo necesario para dotar de realismo a una obra de ficción, pero que pudo ser la realidad de alguien. Lo que menos me ha gustado: Algunos cabos sueltos que ha dejado la trama, con preguntas sin resolver. Me habría gustado ver el desenlace que la historia merecía, en vez de un epílogo tan precipitado y que no aporta mucho a la historia. Para mi gusto, podría haberse resuelto de un modo más elegante y sutil, teniendo en cuenta que la autora ha demostrado talento para ello. Conclusión: al terminar de leer esta novela, me he quedado con la sensación de haber leído una buena historia. Una de esas obras que dejan buen recuerdo, te hacen pensar y te gustaría releer en un futuro. Recomiendo esta lectura a amantes de la narrativa histórica y del romance, puesto que no se hace pesada ni aburrida, entretiene, engancha y deja muy buen sabor de boca. Algo ágil y a la vez profundo, que se disfruta de principio a fin. |
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