Los finales siempre son difíciles. Quizá no tanto para quien lo escribe, pero indudablemente esto siempre es así para quien lo lee. Las expectativas se cumplen o se ven desmentidas, el clímax a veces puede ser decepcionante...las causas son muchas. Pero este no es el final, sino el preludio al fin, y eso si bien no es tan difícil como el desenlace, no por ello es fácil. Aquí empezamos a ver como se colocan las piezas para la jugada final de Ellis y Robertson, y entre las esperadas barrabasadas de Spider Jerusalem y sus "sucias ayudantes", aquí vemos como Ellis hila con maestría las tramas que hemos visto hasta ahora, añadiendo al tiempo nuevos e inesperados elementos. No es el final, pero aquí se empieza a hacer patente que este esta cerca, y francamente, si lo que pretendían los autores era dejarnos con los dientes (aún más) largos lo consiguieron
|