Los que me conocéis ya os podréis imaginar que el título de este libro fue lo primero que me llamó la atención ya que adoro el frío y detesto el calor. Aparte del título, es una novela negra diferente a todo lo que he leído hasta el momento. No es la típica novela nórdica con un ritmo trepidante y en el que mi cabeza va a mil. No es que tenga un ritmo pausado, más bien va como debe ser; de forma sostenida y sin decaer en ningún momento. Los escenarios en los que transcurre todo esta trama me han encantado. Me ha resultado todo muy visual, es muy fácil poder imaginar a cada uno de los personajes paseando por la nieve en plena Laponia y sentir ese tremendo frío que, desgraciadamente, desconozco debido a que vivo en el sur de España y ya sabéis que aquí, lo que es frío, como que no llega. A lo largo de toda la narración se tratan temas muy variados como la brujería, el odio, la envidia, el abuso se&ual, etc y todo en conjunto da lugar a esta maravillosa historia que incluso, en algunos momentos, me ha llegado a poner la piel de gallina. "El silencio había permanecido oculto bajo las tareas domésticas y las estaciones sucesivas. Pero en lo más profundo, bajo las palabras y los pensamientos, continuaba allí. Como un bloque de hielo, presionaba la ventana, aguardando el momento de irrumpir y colarse dentro". |