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Justo hoy, que he tenido el día a por uvas y sin tiempo para nada, me ha tocado mi admirada, adorada y venerada (hasta el infinito y más allá) Maria Edgeworth. Poco a poco (pooooco a pooooco) van saliendo traducciones suyas, pero hace casi veinte años una editorial ya desaparecida, Littera, publicó “El castillo de Rackrent”, su primera novela adulta como tal (ya había publicado algún ensayo y una novela juvenil). Publicó esta novela corta de manera anónima, y fue todo un éxito que le abrió las puertas del panorama literario de la época. En ella ya encontramos uno de los temas predominantes en buena parte de su obra: los terratenientes angloirlandeses que se despreocupaban por completo de sus tierras y sus arrendatarios y se dedicaban a vivir la vida padre, muchas veces en Inglaterra, dejando sus haciendas en manos de administradores que no siempre eran honrados. En obras posteriores como “El absentista” cargó duramente las tintas sobre esto. Aquí, en “El castillo de Rackrent”, abordó el tema de otra manera. Y es que estamos ante una sátira con mucho humor e ironía elegante narrada por un criado, Thady, que abarca cuatro generaciones de señores del castillo. Este criado, un buenazo ciego ante la sinvergonzonería de sus señores porque para eso son sus señores, es capaz de renegar de su hijo (un burgués que juega bien sus cartas) cuando este decide poner punto y final a las andanzas de esta nobleza irresponsable, y en el proceso te tienes que reír, tanto con su particular forma de ver las cosas como con los diálogos que reproduce de otros personajes. Adoro a Maria Edgeworth ❤️ Enlace: https://www.instagram.com/in.. |
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