Es una novela preciosa, en la que los personajes brillan en un escenario poco común para las novelas de este corte, lo que le da una singularidad muy destacable. Es divertida ligera y sin escenas que muestren más allá de los sentimientos amorosos, nada físico. Adam es uno de los mejores gruñones que he leído, así como Perséfone tiene mucha más personalidad que muchas protagonistas que simplemente no quieren casarse. Ambos son perfectos por sí mismos, pero increíbles juntos. El añadido de Harry es solo el colofón para una novela de amor preciosa. |