Demon quest

“—¡ᴇsʙɪʀʀᴏ, ʟʟᴀᴍᴀ ᴀ ʟᴀs ʙᴇsᴛɪᴀs ᴅᴇ ғᴜᴇɢᴏ!
—ᴏᴋᴇʏ ᴍᴀᴋᴇʏ, ᴀᴍᴏ. ¿ʟᴇs ʜᴀɢᴏ ᴜɴᴀ ᴘᴇʀᴅɪᴅᴀ?
—ᴇғᴇᴄᴛɪᴠɪᴡᴏɴᴅᴇʀ.
—ᴅᴀʙᴜᴛᴇɴ.
—¿ᴘᴇʀᴏ ᴇɴ ǫᴜé ɪᴅɪᴏᴍᴀ ʜᴀʙʟᴀɴ ᴇsᴛᴏs ᴅᴏs?
—¡ᴇɴ ᴇʟ ᴅᴇʟ sɪɢʟᴏ ᴘᴀsᴀᴅᴏ! ¡ᴊᴀ, ᴊᴀ, ᴊᴀ!”

Última reseña de este 2023, para una novela gráfica que me ha hecho recordar mi juventud como jugadora de aventuras gráficas en el ordenador.

Con la excusa de un padre que quiere mostrarle a su hija como jugaba él a videojuegos en los 90, cuando los juegos no estaban conectados a internet y eran sencillos y muy básicos… aparentemente. Pero cuando se ponen a jugar a Demon Quest algo extraño ocurre y las cosas no suceden como él lo recordaba.

Me he reído mucho con los personajes y los guiños que aparecen en muchas de las viñetas. Además la alternancia de lo que pasa en el juego y la conversación que mantienen padre e hija en el mundo real también es muy simpática. Tanto que me ha dado ganas de echarle una partida a mi hijo de 11 años a algún jueguecillo de los que yo jugaba en tiempos.

Él se ha leído también la novela gráfica y le ha encantado. Es un gran regalo para niños de entre 10 y 14 años a los que les gusten los videojuegos, pero también para cualquier adulto que, como yo, haya sido “gamer” (aunque antes no se nos llamaba así) en su infancia. ¡Qué recuerdos!

Os la recomiendo sin duda.