 |
Luna es huérfana y vive en el orfanato Dalywood, en un pueblo escondido de Australia. Ahí pasa el tiempo con su amigo Dainan. Ella tiene un don: ve el color del alma de cada persona; blanca, gris o negra. Un día, cuando va a clase, se encuentra con una nueva compañera: Gaia. Laia se siente atraída por Gaia nada más conocerla ya que tiene el alma blanca, y la mayoría de la gente que conoce la tiene gris. Más adelante, una empresa llamada Andrómeda le ofrece trabajo y ella acepta para ganar dinero rápido, hasta que se da cuenta de que hay una amenaza que acecha a la Tierra. La introducción de la historia, aunque se haga algo lenta, es importante para ver las evoluciones de los personajes. Laia es una chica demasiado buena, trabajadora y buena amiga. Gaia, a pesar de que no me ha gustado nada el personaje, no puedo decir nada malo de ella. Dainan me encanta y encima se preocupa demasiado por Laia (que a veces, eso me ponía nerviosa). Sienna es la típica amiga que le gustaría tener a todo el mundo, al menos a mí. Me encanta lo mística que es. Michael es otro personaje adorable, y me ha parecido un buenazo. La historia me ha aburrido un poco y, sinceramente, me ha caído mal Gaia, sin contar, que no me ha gustado que tuviera Laia esa conexión con ella nada más conocerla (aunque luego la historia te explica el porqué de la conexión). Tampoco me ha gustado esos saltos temporales que tiene la historia, en la que te enseña a conocer un poco más a Laia y como ha sido su vida hasta ese momento. Algo que me ha encantado, es saber como funciona el donde Laia y que logra meterte en la historia. Los personajes están perfectamente definidos y eso es algo que me encanta. Es de esas historias aburridas pero que logran engancharte y que hace que quieras saber más sobre los personajes. Una historia que transmite demasiados sentimientos, con la que llegas a empatizar con algún personaje, y a pesar de hacerse un poco aburrida, se hace amena. |
>
